¿Por qué los clientes se decantan por unas empresas en lugar de otras cuando se efectúa una compra? ¿Por qué invierten las empresas una parte importante de su presupuesto publicitario en desarrollo de marca?
Además de despertar el interés y la lealtad de los clientes, una importante ventaja que entraña ser propietario de una marca distinguida - sea individual o como empresa- es que la gente estará mucho más dispuesta a perdonar a una compañía históricamente fiable si no cumple alguna expectativa concreta en un momento determinado, siempre que demuestre que se esfuerza por solventar el problema.
Por el contrario cuando una empresa tiene un dilatado historial de mal servicio y se presenta otro contratiempo, es probable que los clientes busquen un mejor trato en un competidor. Siempre hay muchos competidores ansiosos por conseguir nuevos clientes, y más en los tiempos que corren. Para que esto no ocurra la reputación de su marca debería funcionar de la misma manera: generando credibilidad y mostrando su carácter, actitudes, acciones de modo que despierten sentimientos positivos a los demás.
Somos responsables de proyectar una buena imagen de nuestra marca sin caer en una publicidad excesiva. Demasiada promoción de uno mismo, ya sea entre amigos, colegas o posibles contactos puede hacernos quedar como egocéntricos o personas con ínfulas de superioridad, lo cual tendría efectos desastrosos en nuestra marca. La promoción dejaría tras de sí el rastro de una oscura nube ante nuestro entorno.
Cuando intentemos promocionar nuestra marca personal dentro de una empresa ya existente, demostrar soberbia y prepotencia no hará sino disgustar a otros y aumentar las posibilidades de que eviten trabajar con nosotros cuando surjan proyectos. El lugar de trabajo es un entorno donde quienes mejor se adaptan no salen adelante con alardes de superioridad en cuanto ven oportunidad de hacerlo, sino que se sitúan necesariamente como líderes naturales. No se trata de apartarse y dejar que los demás se adueñen de lo que te pertenece. Hay que encontrar el equilibrio justo, ganarse el respeto necesario para ascender a lo más alto.
También es importante que nos cercioremos de que la reputación de nuestra marca se considera actual. Cuando una marca ya no es relevante y carece de cualidades diferenciadoras que la hacen especial, su reputación lo acusa. La gente se dará cuenta de que está desfasado y evitará su marca. Debemos asegurarnos de que nuestra marca personal sea actual y apropiada con el paso del tiempo.
Bibliografía: "Yo 2.0" de Dan Schawbel