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“Picosucesos de una semana cualquiera” por Rebeca Llamazares

Son muchas las personas que me han preguntado alguna vez por mi experiencia en “Picotea.com”, casi todas saben mi punto de vista sobre ese gran proyecto español. Hoy no voy a ser yo quien os de apreciaciones al respecto, sino una Pico-amiga, Rebeca, que ha descrito a la perfección como es una semana cualquiera en "Picotea.com".

Rebeca me mandó este texto hace un par de días y me encantó, es totalmente verídico todo lo que cuenta, creo que todos nos sentimos identificados con esas palabras, por ello, con su permiso, quería compartirlas con todos vosotros.


PICOSUCESOS DE UNA SEMANA CUALQUIERA


Noches de radio, cumpleaños, carreras de galos (sí, he dicho galos) y otras locuras

Hace semanas que quería tener tranquilidad para relatar lo que vivimos en Picotea.com cada día y por qué se han ganado a pulso ser considerados “el microblogging diferente”. ¿Dónde más puedes dar una vuelta por la antigua Asia, celebrar 3 cumpleaños en 3 ciudades el mismo día, disfrutar en buena compañía del 2º anillo de Pau aunque vayas en pijama o que a las 5 de la mañana te acrediten para asistir en directo a una retransmisión radiofónica?

De los motivos técnicos que hacen de Picotea un espacio mejor que Twitter, prefiero que hablen los que lo saben mejor que yo (lo que no es muy difícil que digamos, para qué nos vamos a engañar). Lo que pretendo con esto es contar lo que vivimos las ardillitas, los usuarios que no tenemos ni idea de cómo funciona el invento y nos limitamos a disfrutar del buen rollito que impera en el que, con cariño, llamamos “nuestro nido”… y os aseguro que una anécdota bastará para que os hagáis una idea y, si no lo habéis visitado nunca, os entren ganas de probarlo.

Una de las características de Picotea es la posibilidad de crear grupos dedicados a nuestras aficiones favoritas (desde el snooker hasta el japonés pasando por el póker, los libros o la música) y dentro de esos grupos, organizar eventos para sucesos concretos, como un Mundial de fútbol o comentar en tiempo real los play-off de la NBA, y fue precisamente ahí donde ocurrió lo que quería contaros. Para que nos vayamos poniendo en situación os describo la escena: 5 de la mañana, cada cual en su casa (o eso creemos hasta la fecha), en pijama, peleándose con un streaming infernal o relajándose con el C+ y una copa de algo, chistes sobre “tito” Jack Nicholson y los enormes profesionales del programa Tirando a Fallar dando voz y repercusión nacional a nuestros desvaríos.

A pesar de la distancia (Barcelona, Granada, Madrid, Sevilla,…) parecía que estábamos todos en el mismo bar tomando unas cervezas y ¿qué pasa cuando 8 colegas se reúnen a tomar unas cañas? Pues que en algún momento alguien dice una tontería y se lía la mayor. Esta vez me tocó a mí y, como mi teclado no tenía activada la función de “filtrar locuras”, por el timeline se asomaron mis ganas de ir a ver una retransmisión en directo. Otra ardillita se apuntó a la fiesta y, como no hay dos sin tres, los chicos de Tirando a Fallar se unieron al desvarío. El resultado fue que en menos de 12 horas ya estábamos acreditados y mi pico-cómplice tuvo que rehacer sus planes para lo que quedaba de semana, venirse a Madrid a toda prisa y no dormir apenas en 3 días. 48 horas después nos vimos (y hay fotos que lo demuestran) con los cascos puestos, picoteando entre nosotros a menos de un metro y saludando al resto del nido desde la radio nacional EN PLENO DIRECTO.

Que ocurran cosas como ésta hacen pensar que Picotea crece más y más cada día, que cada vez tendremos más compañeras ardillitas y que esto de las redes sociales no es algo de bichos raros y de “inadaptados sin vida 1.0”. Bueno, es cierto, el nido crece, cada vez somos más, cada loco con su tema, con su vida y sus circunstancias. Aquí nos reunimos marketinianos, comunicólogos, blogueros, emprendedores, estudiantes y demás… pero para mí esto no es lo mejor.

Lo mejor es que cuando vi a mi pico-cómplice en persona por 1ª vez fue como si nos conociéramos de toda la vida, que conocimos gente estupenda que nos trató genial y con la que aún mantenemos el contacto, que todo esto pasó entre el cumpleaños de otro picotero (que celebramos como si fuera nuestro primo pequeño) y el apoyo a los que ahora mismo están de capa caída, entre los cuadros de Turner y la ruta de la seda, que cada cual comparte la información de los temas que le interesan para que todos aprendamos, que cada mañana entramos a decir hola y contar cómo creemos que va a ser nuestro día, que cada noche pasamos a desearnos dulces sueños y contar cómo fue realmente nuestro día, que nos echamos de menos y nos preocupamos por los que no aparecen (reconozco que algún tirón de orejas me he llevado ya por “ausente sin permiso”) , que los desarrolladores son uno más de la pandilla, que cuando triunfa uno realmente sentimos que triunfa el equipo… todo eso y mucho más porque, como dicen los Expanchic@s: PICOTEA SOMOS TODOS.

Rebeca Llamazares


Merece la pena unirse a la Familia Picotea, no sólo por lo que se comparte, sino por la gente que se conoce. "Picotea.com" es diferente, no hay duda…

Saludos