Nuevo escenario: Reinventarse o morir.

Es comprensible que haya tanta gente preocupada por la nueva crisis que estamos viviendo, pero esta situación no debe desanimar a nadie. Es el momento de seguir formándose y encontrar una oportunidad ante el nuevo escenario que se nos presenta. No sirve de nada cruzar los brazos y esperar a que nos llamen para nuevos proyectos o que simplemente nos toque la lotería, estaríamos colaborando a que esta sociedad, anestesiada por los políticos que nos gobiernan, perdiera todo el ánimo y las ganas de seguir luchando.

Muchas personas tendrán que dar un giro de 180 grados a sus vidas, reciclarse y cambiar de rumbo, pero debemos pensar que no nos queda más remedio que provocar ese cambio que nos catapulte hacia una vida mejor.

Todos tenemos en nuestro entorno profesionales que están sufriendo las consecuencias de esta crisis sanitaria y económica, incluso los que todavía hoy siguen en pie y luchan por mantener a flote empresas que saben que sobreviven gracias a créditos y ahorros que algún día se esfumarán. Pero lo que hay que tener claro, es que nadie nos ayudará a remontar, todo dependerá de nosotros mismos.

Tengo amigos/as haciendo un poco de todo: estudiando oposiciones, creando nuevos proyectos digitales y profesionales reinventándose con las llamadas "profesiones del futuro". Todos con un denominador común, la nueva ilusión de cambio para reinventarse y conseguir esa ansiada estabilidad.

Por otro lado, también tengo amigos/as cansad@s, desmotivad@s, desactualizad@s que no están dispuestas a luchar o consideran que ya es demasiado tarde. Lo que no saben es que NUNCA ES TARDE. Todos podemos permitirnos un bajón en nuestro rendimiento, fracasar en un proyecto, pasar por una época mala en la vida. Pero solo para reflexionar y tomar impulso. 

Se avecinan tiempos difíciles. Es el momento de utilizar la mejor versión de nosotros mismos y dar un paso al frente. Debemos anteponernos a una situación complicada que no nos permitirá relajarnos ni un solo instante.

Por suerte o por desgracia, todo dependerá de nosotros.

Foto: picjumbo.com 

"Formación On-line", la formación del futuro.

Hace tres o cuatro años no había duda, la “Formación Presencial” estaba al alza y quizás plantearse realizar estudios complementarios desde casa parecía más un “por probar”, que otra cosa. Necesitábamos ver crecer al sector de la formación online, ver implementar sus utilidades, la preocupación por sus alumnos, y porque no decirlo, que amigos o conocidos nuestros probaran antes que nosotros para escuchar sus experiencias.

La “Formación Online” ha dejado de ser el plan B, ya no es un quebradero de cabeza pensar hacer un Máster (curso, postgrado, etc.) a través de una plataforma virtual. Cada vez existe menos miedo a ese “¿Invertiré bien mi dinero?” “¿Es fiable?” “¿El título es igual de válido?”, ahora la gente confía y mira las ventajas de estudiar de manera online.

En el año 2009 se ha visto incrementado un 20% la formación online, un buen dato para esta modalidad. Ya más de 2,5 millones de personas de nuestro país han realizado algún curso online. Más de 300 empresas ofertan productos y servicios de e-learning facturando en su conjunto más de 600 millones de euros.

El éxito de la formación online está en haber sabido reubicar al proceso de aprendizaje la cultura de Internet. Los foros funcionan como aulas de debate en las que se discute un tema. Las redes sociales sustituyen a las “relaciones sociales” donde cuentas tus experiencias, te haces amigo de la gente que piensa de la misma forma que tú y pides consejo ante situaciones que se te presenten. El estudiante discute, experimenta y aprende.

Es muy importante que el ancho de banda siga aumentando, que se equipare a Europa. Se necesita estar constantemente actualizado. Que surjan nuevos programas, mejoras en las plataformas y en los diferentes canales de comunicación. No sirve de nada tener la utilidad perfecta para comunicarte (ejemplo: video-conferencia) si la misma no llega en tiempo real o su recepción tiene incidencias.

Cuando hablamos de Masters/Cursos online hablamos de MASTERS/CURSOS en mayúsculas, no todos los servicios que ofrecen las diferentes empresas son buenos o completos, hay que saber elegir. Los hay de una calidad excelente y también los que todavía cojean en su formalidad. Ni todo Máster/Curso es válido, ni todas las personas sirven para realizarlos. Se necesita de mucho sacrificio, mucha fuerza de voluntad y una especial auto-motivación para llevar uno de ellos delante.

Lo que no cabe duda es que el futuro de la formación online tiene una perspectiva muy positiva. Que un conocido mío pueda estudiar desde Melilla un Máster en Madrid, sin moverse de casa, con la mejor tecnología, los mejores profesores en la materia y en una de las mejores universidades, era algo impensable hace unos años, y un lujo. Ahora es "económico" y una realidad.

Un saludo.

La música en publicidad, ¿una herramienta más o un paso directo al recuerdo?

La música casi nunca es tenida en cuenta dentro de la cantidad de recursos que maneja un publicitario, una prueba de ello será la escasa participación que tiene en 5 años de carrera en las diferentes universidades españolas. Tengo la esperanza de que en algunas, al menos, gocen de alguna optativa que complemente el temario. En la Universidad de Sevilla no hemos tenido esa suerte, y eso que surgieron propuestas en su día. Muchos catedráticos y profesores veían una pérdida de tiempo, bastaba con dedicarle algún epígrafe del curso. Craso error.

Cuando la imagen y la música se ponen de acuerdo el índice de recuerdo aumenta hasta el 94%, conseguimos, de esta forma, el incide más alto posible de nuestra capacidad para retener en la memoria. Es conveniente pues la construcción del sonido al mismo tiempo que las imágenes. No vale con terminar un concepto, tenerlo acabado y luego buscar una música que pueda tener pequeñas relaciones con el, hay que estudiar la música, su contenido, su mensaje y si surge la oportunidad, crearla para tal fin.

El sonido y la imagen deben caminar juntos de la mano, o son una misma cosa, o no son nada. Es muy típico en los spots publicitarios no cumplir esta premisa, hay mucho descuido en este sentido. El consumidor se da cuenta de esas cosas, quizás no mostrando el rechazo de siempre, sino con ese grado de disociación que hace renegar del mensaje de cualquier spot.

Es cierto que el desconocimiento de la lengua inglesa en nuestro país es escandaloso, todos deberíamos perfeccionarlo. Pero los que de verdad conocen la lengua a veces se encuentran que la imagen y la música van por caminos bien diferentes…la disociación es muy grande cuando eso ocurre.

Dos publicistas enfrentados en este sentido son Bassat y Ogilivy, el primero considera la utilización de la música en publicidad como complemento a beneficios emocionales, para Bassat la música es eficaz. Ogilvy no opina lo mismo al respecto, puesto que piensa en lo poco eficaz que es la música en publicidad, no así los efectos de sonido, de lo que es partidario.

La idea de añadir imágenes al sonido, tampoco es mala. Teniendo en cuenta que los consumidores tienen infinidad de historias vividas y que muchas veces no saben ni de su existencia… “¿Dónde escuche eso antes?”… una pregunta que repetimos en muchas ocasiones cuando algo en nuestra memoria nos resulta familiar. Sería una forma de hacer sentir cómodo al consumidor, a una generación, a sus recuerdos, afectos, e infinidad de cosas vividas, pero…. ¿Cuál sería el grado de efectividad?. No cabe duda que los mensajes dirigidos de esta forma serían mucho más aceptados y poco propensos a esa disociación. Comprendo que sea una tarea dura una doble investigación para la creación de campañas publicitarias, pero sería una forma segura de asociar música e imagen, y convertirlos en una única cosa.