IKEA: Una visita agradable

Si, hoy después de unas cuantas gestiones he terminado en IKEA. Bichear las novedades es lo mío, - como me suele ocurrir cada vez que paso por allí- he estado a punto de comprarme tres cuartos de baño, dos cocinas, tres salones y muchos complementos. En definitiva, me gustaba todo.

IKEA es uno de esos sitios que te absorben, además de manipularte… Su presentación es sensacional, ellos mandan sobre tus pasos, pero sigue siendo sensacional.

Sin darte cuenta empiezas a pisar el caminito de las flechas y comienza la perdición. Cocinas atractivas diseñadas en espacios diferenciados, salones elegantes – y no tanto - perfectamente estructurados para que el consumidor pueda acceder a ellos, habitaciones instaladas para sentir de primera mano el entorno que llevarías a tu casa en una futura compra, cientos de complementos compatibles con cualquier habitación ya formada en cualquiera de nuestras casas, etc.… todo está medido al milímetro en IKEA, es sensacional. Menos mal que todos y cada uno de los artículos tienen su etiqueta, sino estaríamos hablando de un completo caos.

Y qué decir de su cafetería… Ese espacio donde cualquier persona por el módico precio de 1,50€ puede tomarse un perrito caliente y los litros de refresco que quiera – por decir un ejemplo -. ¿Qué persona, que haya ido a una de sus superficies, no ha pasado por la cafetería? Es un premio a decenas de minutos andando por sus interminables pasillos.

E infinidad de cosas, incluido la nueva manera de cobro, implantada hace tiempo, donde los consumidores hacen de ¡¡cajeros por un día!! cobrándo sus propios productos a la hora de pagar con tarjeta.

Se lo pasa uno bien en IKEA…

Y bueno, ya que estamos, os dejo con el anuncio actual de IKEA, que los disfrutéis…