¿Qué sería de nosotros sin la confianza y la seguridad? Todos nos enfrentamos a complicadas situaciones a diario y, a veces, con duros obstáculos dignos de un campeón de altura. Por ello, se necesitan capacidades y habilidades seguras que nos ayuden a manejar los diferentes escenarios que utilizamos día a día.
Sentirse competente, útil, servicial, genera una autoconfianza increíble ante todas aquellas actividades nuevas que se nos plantean. Garantiza una mejor calidad de vida, mejores relaciones personales, mayor estabilidad, incluso te ayuda a controlar la positividad en situaciones adversas.
Autoconfianza es sinónimo de “querer mejorar”, de ese “sabía que lo lograría” cuando las cosas salen bien, de esa continua búsqueda de la excelencia. Se adquiere una visión realista y positiva en todo momento, incluso cuando las cosas no van tan bien.
Las personas que generan autoconfianza son capaces de expresar puntos de vista estigmatizados, son arriesgados y caminan solos ante el peligro, hasta el punto de rebatir opiniones frente al gentío.
Creer en uno mismo se hace fundamental para conseguir todo lo que te propones, si eso no sucede, será difícil luchar ante tantos obstáculos. Para lograrlo, debemos concienciarnos a partir de lo que hemos conseguido con anterioridad en la vida, sirviéndonos como trofeo para nuestra cabeza y poder actuar en consecuencia.
La falta de autoconfianza debilita sobremanera el estado de la persona, permanece inválido ante los obstáculos que se le presentan. Dicen que la causa de “falta de autoconfianza” tiene que ver con la incertidumbre, la ansiedad, la falsedad, la crítica, la confusión pasada y la ausencia de motivación por el logro, aspectos difíciles de digerir.
Toda situación pasada es reversible, y sinceramente espero que las personas que no gocen de autoconfianza para el “qué hacer” diario tomen cartas en el asunto e intenten reconducir el cauce del río antes de que se desborde…
Sentirse competente, útil, servicial, genera una autoconfianza increíble ante todas aquellas actividades nuevas que se nos plantean. Garantiza una mejor calidad de vida, mejores relaciones personales, mayor estabilidad, incluso te ayuda a controlar la positividad en situaciones adversas.
Autoconfianza es sinónimo de “querer mejorar”, de ese “sabía que lo lograría” cuando las cosas salen bien, de esa continua búsqueda de la excelencia. Se adquiere una visión realista y positiva en todo momento, incluso cuando las cosas no van tan bien.
Las personas que generan autoconfianza son capaces de expresar puntos de vista estigmatizados, son arriesgados y caminan solos ante el peligro, hasta el punto de rebatir opiniones frente al gentío.
Creer en uno mismo se hace fundamental para conseguir todo lo que te propones, si eso no sucede, será difícil luchar ante tantos obstáculos. Para lograrlo, debemos concienciarnos a partir de lo que hemos conseguido con anterioridad en la vida, sirviéndonos como trofeo para nuestra cabeza y poder actuar en consecuencia.
La falta de autoconfianza debilita sobremanera el estado de la persona, permanece inválido ante los obstáculos que se le presentan. Dicen que la causa de “falta de autoconfianza” tiene que ver con la incertidumbre, la ansiedad, la falsedad, la crítica, la confusión pasada y la ausencia de motivación por el logro, aspectos difíciles de digerir.
Toda situación pasada es reversible, y sinceramente espero que las personas que no gocen de autoconfianza para el “qué hacer” diario tomen cartas en el asunto e intenten reconducir el cauce del río antes de que se desborde…
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ResponderEliminarUn saludo